La depresión, la ansiedad y otras enfermedades mentales son cada vez más frecuentes en nuestro mundo.
Sólo en Estados Unidos, una de cada cinco personas padecerá una enfermedad mental a lo largo de su vida.
Esto es una mala noticia para las personas que las padecen, pero también es un problema para la sociedad en su conjunto.
Las enfermedades mentales pueden impedir a las personas trabajar, relacionarse con los demás y disfrutar plenamente de la vida.
Los terapeutas llevan años ayudando a la gente con sus problemas de salud mental, y hay muchos tipos diferentes de terapeutas entre los que elegir.
Sin embargo, muchas personas que necesitan terapia no saben distinguir entre un psicólogo y un psiquiatra.
En este artículo veremos qué se necesita para ser terapeuta en uno u otro campo, qué servicios ofrecen y cómo elegir el más adecuado para ti.
La diferencia entre psiquiatras y psicólogos
Los psiquiatras son médicos que han estudiado medicina y psiquiatría.
Están autorizados a recetar medicamentos, por eso se les suele llamar «médicos» o «MD».
También pueden ofrecer terapia y otros servicios de salud mental. Los psicólogos han estudiado psicología a nivel de posgrado y están autorizados por el estado en el que ejercen.
Están autorizados a recetar medicamentos, por eso se les suele llamar «médicos» o «MD». También pueden ofrecer terapia y otros servicios de salud mental. Los psicólogos han estudiado psicología a nivel de posgrado y están autorizados por el estado en el que ejercen.
Pueden recetar medicación, pero no tienen que estar colegiados para hacerlo.
Los psicólogos, por su parte, no son médicos y no pueden recetar medicación; deben trabajar bajo la supervisión de un psiquiatra u otro profesional sanitario si necesitan recetar medicación a sus pacientes.
Además de trabajar directamente con los pacientes (en consultas privadas), los psiquiatras también pueden trabajar en hospitales u otros entornos médicos como parte de sus obligaciones laborales. Por ejemplo:
- Un psiquiatra puede ver a un paciente que está ingresado por una enfermedad no relacionada en la sala de urgencias de su hospital local; luego seguiría tratando a esa persona una vez que fuera admitida como paciente interno en ese centro.
- Otro ejemplo sería si alguien necesitara atención psiquiátrica pero no pudiera -o no se le permitiera- salir de casa debido a algún tipo de discapacidad o problema de seguridad; entonces podría tener sentido
¿Qué tipo de terapia ofrecen?
- Los psicólogos están formados en terapia cognitivo-conductual.
- Pueden ofrecer terapia para la ansiedad, la depresión, los trastornos del estado de ánimo y las adicciones.
- Los psicólogos no están capacitados para diagnosticar problemas médicos como el cáncer o las cardiopatías (a menos que también tengan formación en psiquiatría).
- Este tipo de terapia se centra en cambiar sus pensamientos y comportamientos, lo que puede conducir a un cambio en el estado de ánimo o el nivel de estrés.
- Por ejemplo, si padece un trastorno de ansiedad y empieza a ponerse nervioso antes de cada reunión de trabajo, su psicólogo le ayudará a averiguar por qué ocurre esto y le enseñará técnicas que le ayudarán a evitar que vuelva a suceder.
- Los psiquiatras están capacitados para recetar medicación: pueden recetar medicamentos como antidepresivos o antipsicóticos (para enfermedades mentales graves).
¿Cuál elegir?
Tanto los psiquiatras como los psicólogos son profesionales de la salud mental, pero difieren en formación y experiencia.
Los psiquiatras son médicos especializados en psiquiatría. Pueden recetar medicamentos, realizar exámenes físicos y pedir pruebas de laboratorio a los pacientes.
Los psicólogos no son médicos; no recetan medicamentos ni realizan exámenes físicos a los pacientes (aunque algunos han recibido formación adicional).
En lugar de recetar medicamentos, los psicólogos se centran en terapias de conversación, como la terapia cognitivo-conductual o la psicoterapia, que se centran en cambiar los patrones de pensamiento negativos para que el paciente se sienta mejor en general, en lugar de limitarse a tratar síntomas como la depresión o los trastornos de ansiedad.
Habla con un terapeuta sobre tus necesidades.
Cuando esté listo para concertar una cita, pregúntese qué quiere conseguir con la terapia.
¿Quiere entender por qué su pareja se comporta como lo hace? ¿Hay algo concreto en su vida que necesite un cambio? Si es así, hable con su terapeuta sobre objetivos y expectativas.
Pregúntele si tiene experiencia en el área en la que necesita ayuda y, si no es así, pregúntele a quién recomienda como alguien que podría ayudarle con esos temas.
Si ya tiene experiencia en estos temas, pregúntele cómo los abordaría (por ejemplo, mediante terapia cognitivo-conductual).
Conclusion
Si busca un terapeuta, es importante encontrar uno que se adapte a sus necesidades.
Si te sientes abrumado por el estrés y la ansiedad, habla con un experto que pueda ayudarte a encontrar formas de afrontar esos sentimientos.
También es posible que quieras a alguien especializado en tratar a personas con problemas o síntomas similares a los tuyos -como el TEPT o la depresión- y que entienda cómo afectan a veteranos como tú.
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