La lactancia es un proceso natural, pero puede resultar difícil tanto para las madres como para los padres.
De hecho, hay estudios que demuestran que la tasa de lactancia disminuye en cuanto el padre abandona el hospital tras el nacimiento del bebé.
¿Qué puede hacer para que la lactancia sea más fácil tanto para usted como para su pareja? Sigue leyendo para saber cómo puedes ayudar a las madres lactantes con sus recién nacidos.
Sé comprensivo y escucha las necesidades de tu mujer.
Como ya sabrás, dar el pecho es mucho trabajo. Es probable que tu mujer esté agotada, sobre todo después de las primeras semanas.
Debe tomarse tiempo para descansar y recuperarse del parto.
Recuerde también que es posible que su mujer no tenga muchas ganas de hablar; puede que sólo quiera descansar en paz durante este tiempo en el que su cuerpo se está recuperando del parto y aprendiendo a dar el pecho a su bebé.
Sé comprensivo con estas necesidades para que ambos estrechéis lazos como padres primerizos, sobre todo si es vuestro primer hijo en común.
Si hay que hacer otras tareas domésticas mientras ella descansa tras el parto (como la colada o la vajilla), ofrécele ayuda para que no se sienta abrumada con todo lo que ocurre a su alrededor en este momento.
Aprende a ayudar con la lactancia, aunque no seas un profesional capacitado.
Aprender las posturas para la lactancia
El padre puede aprender a sujetar al bebé de forma que facilite el agarre y la posición. La madre debe estar sentada con la espalda recta y apoyada en almohadas, de modo que su cuerpo no quede inclinado hacia delante sobre la cabeza del bebé.
Debe sujetarle con una mano debajo de la barbilla y otra alrededor del pecho o la barriga; esto le ayudará a mantener la cabeza erguida durante la toma (véase la figura 1).
A continuación, el padre puede sentarse detrás de ella en un taburete colocado junto a su silla, sujetando al bebé entre él y su pareja mientras ambos se inclinan hacia delante sobre su hijo (véase la figura 2).
Al padre también le puede resultar útil rodear con un brazo a cada progenitor mientras se inclinan juntos sobre el bebé, de modo que los tres cuerpos se toquen (véase la figura 3). Este contacto íntimo ayuda a que todos se sientan conectados a la vez que proporciona seguridad durante la hora de comer.»
No te asustes si parece que a tu bebé no le gusta mamar.
Es normal que la lactancia requiera tiempo y práctica. Algunos bebés pueden tener problemas para agarrarse o succionar correctamente, pero con paciencia y perseverancia aprenderán a mamar con eficacia. Si tu bebé no parece interesado en alimentarse en absoluto, puede deberse a que:
- Tus pechos están demasiado llenos o congestionados (es decir, duros).
- Lo mejor que puedes hacer es extraer un poco de leche para que tus pechos estén más blandos antes de volver a intentarlo.
- También puedes intentar masajearlos suavemente con agua tibia antes de dar el pecho.
- Tu bebé tiene reflujo (malestar estomacal) o cólicos (irritabilidad). Estas afecciones pueden causar molestias tanto a la madre como al niño cuando se amamanta con demasiada frecuencia, así que intenta espaciar las tomas más uniformemente a lo largo del día en lugar de hacer una gran sesión cada noche, cuando todos están cansados.
Vigila el agarre y la posición del bebé.
- Observa el agarre y la posición del bebé.
- El bebé tiene un instinto natural de agarrarse al pezón.
- Los labios del bebé deben girarse hacia fuera, no hacia dentro.
- La nariz no debe presionar el pecho, sino que debe estar ligeramente levantada.
- La barbilla del bebé no debe estar metida hacia dentro; debe estar ligeramente girada hacia abajo, casi paralela a su pecho o incluso más en este punto (ver foto). Así te aseguras de que no tenga la lengua tapando ninguna parte del pezón antes de empezar a mamar.
Identifica y soluciona los problemas lo antes posible.
- Identifica y resuelve los problemas lo antes posible.
- Si tu bebé no se agarra bien al pecho, pide ayuda.
- Si tiene problemas para dar el pecho, pida ayuda.
- Si te preocupa el aumento de peso de tu bebé, habla con tu médico.
La lactancia materna es difícil, pero es importante para la madre y el niño que ambos miembros de la pareja apoyen el proceso.
Dar el pecho no es fácil, pero es importante tanto para la madre como para el niño que ambos miembros de la pareja apoyen el proceso.
Siendo comprensivo, escuchando las necesidades de tu mujer y ayudándola siempre que sea posible, puedes hacerle la vida más fácil durante este tiempo.
Puede que no seas un profesional cualificado en apoyo a la lactancia, pero hay muchas cosas que puedes hacer para ayudar:
- Escúchala cuando hable de sus sentimientos o preocupaciones sobre la lactancia; intenta no interrumpirla cuando quiera compartir algo contigo; muestra interés por lo que tu pareja piensa sobre este tema (aunque parezca aburrido).
- Ofrézcale apoyo emocional animándola cuando se sienta desanimada o cansada después de luchar con problemas de lactancia; recuérdele que se necesita tiempo antes de que las cosas resulten más fáciles, ¡e incluso entonces habrá altibajos en el camino!
- Ofrézcale ayuda física cuando sea necesario: sujétele almohadas detrás de la espalda cuando esté sentada en la mesilla de noche (o incluso túmbese al lado de mamá); masajéele los puntos doloridos de los pechos después de las sesiones de lactancia para que no se le tensen/duelan demasiado más adelante…
Conclusion
La lactancia es un proceso natural y debe fomentarse en todo momento.
No hay que subestimar el papel del padre a la hora de ayudar a la madre a dar el pecho, ya que puede proporcionar apoyo, ánimo y consejo cuando sea necesario.
Si busca más información sobre la mejor manera de ayudar a las madres lactantes, visite nuestro sitio web, donde encontrará muchos recursos gratuitos.
- ¿Qué puede hacer el padre para ayudar con la lactancia? - marzo 6, 2023
- ¿Se siente cómoda amamantando a su bebé en público? - marzo 6, 2023
- ¿Cómo producir más leche materna? - marzo 6, 2023